Hace poco le hice una pregunta a un maestro, me contestó que la felicidad es el estado en que se considera lo que se tiene, el estado donde se quiere lo que se tiene y se está contento con ello.
Inmediatamente me dí cuenta de que mis últimas decisiones no habían fortalecido mi felicidad. La hacían desmoronarse.
Trabajé tanto durante tanto tiempo en conseguirla y se me fué de las manos, simplemente por asumirme solitario y triste.
Sin embargo, he podido cambiar de opinión, he podido configurar de nuevo la plenitud que se me iba de las manos.
Consideré, especulé, soñé, canté, leí, escribí, pinté, compuse como nunca lo había sentido.....como nunca lo había experimentado (hasta eso tengo que agradecer a la vida: vivir momentos nuevos en instantes que se van, sólo queda recordar esas emociones), como nunca lo había experimentado.....
Pero hoy, hoy me explico que por algo pasan las cosas, por algo conozco a quien conozco, por algo sé lo que soy, lo que necesito, lo que puedo hacer y hasta dónde se puede abrir este mundo que a veces siento que explota dentro de mí.
Hoy, tengo mayor certeza en mi forma de observar.
Hoy, soy más paciente, pero tengo que trabajar más.
Hoy es hoy, lo que vendrá lo puedo suponer.
Pero, para no enloquecer, para no ver el mundo al revés, mejor me dedico a hacer lo que quiero hacer hoy.
Hasta pronto!
